Derrote a la carne
Reconozca la guerra que se libra entre el Espíritu Santo y sus hábitos pecaminosos. (Salmos 51:5)
Acepte que la muerte de Cristo en la cruz fue por nosotros y que por ella hizo morir la naturaleza pecaminosa que hay en nosotros. (Romanos 6:6–7)
Recuerde que tiene el “poder de la resurrección” de Cristo morando en su vida para librarlo del poder que el pecado tiene sobre usted. (Romanos 6:4)
Agradezca a Dios que le ha dado una nueva naturaleza. (2 Pedro 1:4)
Asegúrese de que es una nueva criatura en Cristo. (2 Corintios 5:17)
Acuda a Cristo que vive en usted para lograr la victoria sobre sus hábitos egoístas. (Filipenses 4:13)
“Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”. (Gálatas 5:24)
Reconozca la guerra que se libra entre el Espíritu Santo y sus hábitos pecaminosos. (Salmos 51:5)
Acepte que la muerte de Cristo en la cruz fue por nosotros y que por ella hizo morir la naturaleza pecaminosa que hay en nosotros. (Romanos 6:6–7)
Recuerde que tiene el “poder de la resurrección” de Cristo morando en su vida para librarlo del poder que el pecado tiene sobre usted. (Romanos 6:4)
Agradezca a Dios que le ha dado una nueva naturaleza. (2 Pedro 1:4)
Asegúrese de que es una nueva criatura en Cristo. (2 Corintios 5:17)
Acuda a Cristo que vive en usted para lograr la victoria sobre sus hábitos egoístas. (Filipenses 4:13)
“Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”. (Gálatas 5:24)
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