15/5/08

Después de la caída..... (4ta parte)

Derrote al mundo por medio de la fe

  • Ponga sus ojos en Jesús, el Hijo de Dios. (Juan 1:1–3, 14)
  • Recuerde que Jesús ha vencido al mundo. (Juan 16:33)
  • Identifíquese con Jesús y recuerde que su victoria es suya también. (1 Juan 4:4)
  • Crea en la verdad absoluta de la palabra de Dios. (2 Timoteo 3:16)
  • Utilice la palabra de Dios como vara para medir los parámetros del mundo. (Salmos 119:11)

“Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (1 Juan 5:4-5)

Mis pensamientos me derrotan constantemente. ¿Cómo puedo vencerlos?”

Primero, es necesario que reconozca que Satanás es el “padre de la mentira” y se deleita en derrotarlo. Lea el libro de Filipenses. Tome nota de cada pensamiento de derrota que lo asalte y escriba un buen pensamiento para reemplazarlo. Entonces, cada vez que llegue a su mente cualquier idea que no esté de acuerdo con lo que dice Filipenses 4:6-8, ¡cámbiela!

Cuando identifique un mal pensamiento, diga: “Con el poder de Cristo, rechazo este pensamiento. La verdad es... (Pronuncie lo verdadero)”.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8)

“ Si Dios sabe que nuestra carne es débil ¿por qué nos tienta a pecar?”

Dios no es el autor de la tentación. Pecamos cuando en vez de alejarnos de inmediato de la tentación, seguimos los deseos de nuestra carne.

“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido”. (Santiago 1:13-14)

La importancia de conocer al enemigo

Ningún otro hombre fue objeto de tanto respeto y admiración como el genio militar George S. Patton. Su papel como general durante la Segunda Guerra Mundial sin duda fue protagónico. Asimismo, no hubo enemigo más temido que el mariscal de campo alemán Erwin Rommel, cuyas tácticas astutas de guerra le ganaron el sobrenombre de Zorro del Desierto. El éxito de Rommel en el desierto implacable de África del Norte era del dominio público. Aún así, Patton lo condujo hasta la emboscada que llevaría a la derrota a las tropas alemanas. Patton resultó ser más astuto que el zorro y logró cambiar el curso de la guerra para obtener la victoria de los aliados sobre Alemania.

¿Qué fue lo que ayudó a Patton a derrotar tan contundentemente a su enemigo? Cuando se le hizo esa pregunta en una entrevista, Patton se dirigió directamente a Rommel, y dijo: “Conozco su libro”. Patton había estudiado las tácticas de su enemigo. De la misma manera, los creyentes deben conocer el Libro de libros. A medida que estudie la Biblia, irá aprendiendo las estrategias que utilizan Satanás y sus huestes espirituales de maldad, nuestros enemigos invisibles.

“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. (Efesios 6:12)

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