16/5/08

Hábitos (del mundo o de nueva criatura)

La bella o la bestia

Un perro pastor alemán puede entrenarse como un feroz cómplice con fines malévolos. Pero el mismo inteligente canino también puede entrenarse para ser un fiel compañero de quienes han perdido la vista. Esto se llama comportamiento aprendido. De la misma manera, los hábitos son comportamientos aprendidos que se convierten en una poderosa fuerza en nuestra vida, ya sea para bien o para mal. Los hábitos pueden centrarse en Cristo o en nuestro egoísmo, pueden ser virtudes o vicios, una belleza o una bestia en potencia.

Todos los hábitos son…

Habituales —se hacen con regularidad
Automáticos—se hacen sin pensar
Basados en la conducta—reflejan lo que hay dentro de nosotros
Intensos—crecen y se profundizan más
Tenaces—persistentes y difíciles de cambiar
Ocasionan un cierto grado de placer, satisfacen

“Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. (Lucas 16:13)

Versículo clave para memorizar

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13)
Pasaje clave para leer y meditar
1 Corintios 6:9–20

Pasos para el dominio propio

-Empiece haciendo un compromiso con Dios. (Deuteronomio 32:4)
-Sepárese del pecado. (Romanos 6:1–2)
-Ponga nuevas metas. (2 Corintios 5:9–10)
-Apoyase y vive en la verdad de quien eres en Cristo. (Romanos 6:6)
-Sustituya sus pensamientos por los de Dios. (Romanos 12:1–2)
-Someta su voluntad a Dios. (Romanos 6:19)
-Procura vivir en el poder de Cristo. (Romanos 5:1–2)

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”. (Gálatas 5:22-24)

Cómo cosechar buenos hábitos

Siembre la semilla de la moralidad. (Salmos 119:11)
-Mida todo su comportamiento con la medida de las Escrituras.

Siembre la semilla de rendir cuentas. (Proverbios 28:13)
-Diario o semanalmente, hable con un amigo que le ayude a dejar el mal hábito.

Siembre la semilla de gratitud. (1 Tesalonicenses 5:16–18)
-Lleve un diario de oración y agradezca a Dios las oraciones contestadas.

Siembre la semilla del perdón. (Mateo 6:14–15)
-Recuerde constantemente las muchas veces que Dios le ha perdonado.

Siembre la semilla del desinterés. (Filipenses 2:3)
-Pida a Dios que le muestre cuando actúa egoístamente.

Siembre la semilla de la comunión con Dios. (Salmos 104:34)
-Procure tener un tiempo diario a solas con Dios.

“Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia”. (Oseas 10:12)

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